Kingston, la ciudad más antigua de la provincia de Ontario, es un referente histórico, cultural y gastronómico de Canadá, donde pasado y presente cohabitan para ofrecer a sus visitantes experiencias únicas. Su cercanía con 1000 Islas, el archipiélago escénico que se extiende a lo largo del río San Lorenzo, es perfecta para explorar ambos destinos y ampliar un viaje que, sin duda, recordarás toda tu vida.
Ubicada en la ribera norte del lago Ontario, donde el Canal de Rideau se encuentra con el río San Lorenzo, Kingston –a solo tres horas en auto al este de Toronto– es conocida, entre muchas cosas, por ser la primera capital canadiense, de 1841 a 1843, y el hogar de Sir John Alexander Macdonald, quien ocupó por primera vez el cargo de Primer Ministro de Canadá.
La ciudad podrá ser pequeña –un plus si te gusta caminar–, sin embargo, está repleta de atractivos turísticos como la fortaleza militar del siglo XIX Fort Henry, el bastión principal de los británicos durante la Guerra de 1812. En este complejo declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO podrás tener visitar guiadas en las que los guías, guardias militares e intérpretes vestidos en ropas y uniformes de la época, te llevan a conocer de cerca el estilo de vida de aquel tiempo, como las casas donde los soldados vivían con sus familias, los cuartos de los oficiales ingleses y demás edificios militares que resguardan artefactos históricos. Además, puedes ser testigo de The Sunset Ceremony, un espectáculo ceremonial con tropas de la Guardia Militar de Fort Henry que incluye marchas, música, maniobras de artillería –como disparar cañones– y cambio de guardia que te trasladará al siglo XIX. Este divertido salto a la historia de Canadá se corona con pirotecnia y proyecciones en los muros del inmueble.
Otros sitios que no puedes dejar pasar son la Penitenciaría de Kingston, la prisión de máxima seguridad más antigua y notoria de Canadá con tours a celdas antiguas y zonas poco conocidas; el ayuntamiento, un edificio de estilo neoclásico construido en 1842 y diseñado para albergar tanto oficinas gubernamentales como un departamento de policía. También puedes dar un paseo en el cercano mercado de City Hall, en Kingston Square que, además de ofrecer productos frescos y artesanías de la región, es el mercado público más antiguo de Ontario, establecido en 1801. Y, sin duda, tampoco puedes perderte Bellevue House, la morada de Sir John Alexander Macdonald y su familia de 1848 a 1849, cuya huerta y jardín ornamental vale la pena recorrer.
Explorar el legado histórico de Kingston no podría estar completo a menos que te hospedes en una de las cuatro propiedades de Historic Inns of Kingston. La cadena hotelera, además de ofrecer todos los servicios de un hotel de primer nivel, tienen un pasado que vale la pena descubrir. Rosemount Inn, en el centro histórico de la ciudad, data de 1849 y es perfecto para relajarte con sus servicios de spa, con masajes y faciales enriquecedores; Frontenac Club Inn, también en el centro, combina elementos decorativos antiguos y servicios modernos entre muros de piedra caliza (material con el cual se construyeron gran parte de los sitios históricos de la ciudad); Green Woods Inn, al este de Kingston, mantiene un pie en el pasado con sus encantadores habitaciones estilo casa de campo y otro pie en el presente, ya que está lista para recibir a los huéspedes ecológicos al ofrecer dos estaciones de carga para autos Tesla, mientras que el de estilo victoriano de Secret Garden Inn, que data de los años 1850, es el secreto mejor guardado en cuanto a hospedajes se refiere: romántico, apartado y encantador.
Visitar la primera capital de Canadá no se limita a experiencias a ras del piso, su ubicación frente al lago Ontario te permite descubrirla desde otra perspectiva. Empresas como Explorer Diving te llevan a sumergirte en el pasado de la región y bucear alrededor de más de 200 vestigios de naufragios como el buque de guerra HMS St. Lawrence, el más grande en la flota estadounidense durante la Guerra de 1812. Si lo tuyo no son las inmersiones, echa un vistazo a la superficie de este cuerpo de agua desde la ribera, ya que las aguas cristalinas permiten divisar desde fuera algunas de las reliquias.
Sigue tu recorrido por la ciudad, pero ahora desde su cara más fresca y deliciosa. Hogar de la Queen’s University y el Royal Military College, Kingston es sinónimo de modernidad gracias a que gran parte de su población es estudiantil, pero también es un referente de la gastronomía canadiense al contar con una gran oferta de cafeterías, comedores y pubs para todos los gustos, sin mencionar que es considerada una de las ciudades con más restaurantes per cápita en Canadá.
Atomica, por ejemplo, se localiza en la calle Brock y ofrece comida mediterránea, cocteles de la casa y platillos para compartir en medio de un ambiente moderno y relajado. Por su parte, Aquaterra, ubicado en el hotel Marriot, cuenta con una variedad de menús diseñada para cualquier comida del día que aprovecha al máximo los productos locales al ofrecer platos sencillos pero deliciosos, sin mencionar la vista idílica que tiene del lago Ontario. Tampoco puedes dejar pasar Chez Piggy, uno de los sitios favoritos en la ciudad para los amantes de la comida, ya que es perfecto para celebrar desde una reunión casual con tus amigos hasta una cena romántica. La frescura y sabor de sus productos es su más grande insignia.
Tras esta vuelta al pasado sin dejar de lado los atractivos más modernos de la ciudad, dirígete al puerto, el mejor punto de partida para la segunda parte de tu travesía.
Promontorios cuyo tamaño puede ser desde los 100 kilómetros cuadrados hasta los 930 centímetros (algunos solo son habitados por aves, mientras que otras solo tienen espacio para una casa y un jardín), decoran parte de uno de los ríos más populares en Canadá.
La mejor opción para conocerlas es tomar un crucero de 1000 Islands Cruises, con viajes multilingües de 90 minutos y tres horas que zarpan desde el puerto de Kingston, que incluyen almuerzo y entretenimiento a bordo de embarcaciones de tres niveles que te llevan hasta las escénicas islas Just Enough Room, con solo una casa y un árbol en toda la superficie, y Long Vue Island, la única isla artificial en la región.
La oportunidad de explorar este parque natural canadiense no se limita a una experiencia acuática. Desde Gananoque, una pequeña ciudad ubicada 30 minutos de Kingston que también ofrece recorridos en cruceros alrededor de 1000 Islas con compañías navieras como Gananoque Boat Line, puedes disfrutar este archipiélago desde lo alto, en un helicóptero de 1000 Islands Helicopter Tours y Kouri’s Kopters. Siente la adrenalina al despegar y planear, y maravíllate con las tonalidades verdes de las islas salpicadas en las aguas azules del río San Lorenzo. Cámara obligatoria para esta experiencia.
Historia, naturaleza, hospedaje de primer nivel, variedad gastronómica y paisajes encantadores te esperan en tu visita a Kingston y las 1000 Islas. Conoce más sobre estos destinos en este enlace y planea tus próximas vacaciones a estas joyas de la provincia de Ontario.
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