La foca tenía una herida profunda e infectada alrededor del cuello por el platillo.
Esta foca, desde muy pequeña, tuvo que vivir atrapada en un platillo volador de plástico en su cuello en las aguas del Océano Atlántico. Esta crítica situación le provocó que sufriera daños terribles.
La foca fue rescatada en un estado deplorable, estaba desnutrida y tenía una enorme herida en el cuello causada por el platillo volador. Las crudas imágenes muestran una vez más las terribles consecuencia que sufren los animales marinos debido a la contaminación por plásticos.
Los trabajadores de la Asociación Real para la Prevención de la Crueldad en los Animales (RSPCA, por sus siglas en ingles), la nombraron ?Frisbee? y fue internada en el Centro de Vida Salvaje de East Winch, Inglaterra, en septiembre, de 2017, donde fue tratada. El programa de rehabilitación fue de cinco meses, en los cuales dio un gran cambio y recuperó el peso perdido. Al encontrarse en perfectas condiciones la foca fue devuelta a su hábitat natural.
La foca al llegar pesaba 67 kilogramos y al final se recuperó y llegó a los 180 kilogramos.
Los rescatistas esperan que esta historia genere una nueva conciencia en todo el mundo sobre el daño que les podemos generar a los animales con la basura que diariamente es arrojada al océano, ya que no solamente se pueden quedar atorados, también corren el riesgo ingerir algo que dañe su salud.
Por fortuna, Frisbee se encuentra en buen estado y ha regresado a las aguas libre. Los rescatistas quedaron muy impresionados cuando vieron que había mejorado tanto en tan poco tiempo, sobre todo en su cuello donde el daño era mayor.
La historia de Frisbee tuvo un final feliz.
NO TE PIERDAS: Descubre qué le pide esta foca a un buzo
En este video les mostramos un poco más sobre la historia de Frisbee: