Una opción familiar: ver cómo crece el cacao, y hacer chocolate juntos.
Tabasco, con su selva y su amplitud de sabores y colores, es cuna de uno de los granos más valorados en el mundo: el cacao. Su historia es prehispánica y su actual cultivo en esta zona es uno de los más importantes del continente gracias al respeto que se tiene en su proceso artesanal.
De unos años a la fecha las haciendas cacaoteras han abierto sus puertas para darle la bienvenida al turismo, y hoy la denominada Ruta del Cacao es uno de los viajes que más se antojan en la región, aunque no se trata de un viaje exclusivo para adultos. La ruta es ideal para los más pequeños de casa, un viaje donde la aventura se traduce en conocimiento y en una experiencia que atesorarán por siempre. Y es que, ¿A qué niño no le fascinaría conocer con todos sus sentidos el origen del tan amado chocolate? (Lee: Cómo tener un viaje familiar feliz)
La Ruta, paso a paso
Son dos paradas obligadas en el recorrido por la ruta del cacao, la primera es en Drupa, el Museo Interactivo del Chocolate que se encuentra a tan solo 30 minutos de Villa Hermosa, en Cumuapa.
Drupa es una iniciativa de tres jóvenes, dos cocineros y un experto cacaotero que han acondicionado una vivienda de la zona para brindar una experiencia sin igual a sus visitantes. La visita comienza con un tour por los cacaoteros, en compañía de Memo Vasconcelos quien primero que nada les da a los niños un ?uniforme? (botas, bastón, sombrero), para caminar por los sembradíos. Ahí explica todo el proceso que existe desde la plantación del cacao hasta que se convierte en chocolate. La forma más natural, tradicional de conocerlo comienza ahí viendo de donde proviene, tocando y jugando con el fruto y sus granos. Adentro, los cocineros Armando Muñóz y Lizbeth Hernández hacen una entretenida demostración de cómo se elabora artesanalmente el chocolate. La demostración inicia con un ejercicio a ojos cerrados para diferenciar las texturas y aromas. Después, los niños elaboran su propio chocolate, desde el molido, pasando por el metate y terminando en la mesa de repostería. Después, la otra mesa está servida y se puede disfrutar de una rica comida casera con el sazón de la zona y, desde luego, un buen chocolate como postre.
La visita a una tradicional hacienda cacaotera donde el chocolate se produce a mayor escala es la segunda parada obligada de esta ruta. La Hacienda Jesús María, por ejemplo, es una de las más importantes de la zona, con un espacio dedicado al conocimiento del cacao y bellas instalaciones, donde los niños apreciarán el proceso industrial: los molinos de acero, los pasos mediante los cuales los granos se convierten en barras de chocolate amargo, semi amargo o blanco. Y el producto final (que es lo que más disfrutan, sin duda).
Lejos de las atracciones turísticas comunes para niños, la Ruta del Cacao resulta una opción con mucho que aportar al universo cultural, creativo y natural de los más pequeños.
Cómo llegar:
Existen vuelos diarios a Villa Hermosa por distintas líneas aéreas. Contacta a Drupa, que te hará llegar información para realizar la Ruta: drupa?museo@hotmail.com
Dónde hospedarte:
Una de las mejores opciones es el hotel Quinta Real Villahermosa, por su sobresaliente arquitectura y servicio, aunque existen muchas cómodas y buenas opciones (la mayoría de corte ejecutivo) que se ajustan a diversos presupuestos.
Dónde comer:
DRUPA ofrece una buena opción de cocina casera. En esa zona, en Comalcalco, está Los 4 acuerdos, con una zona de juegos al aire libre, paseos en ponies y buena cocina regional y nacional.
En Villa Hermosa, La Fisheria ofrece también un área de juegos, además de una excelente carta.
Gourmet Mx y Tierra Criolla son otras dos opciones que nadie que visite Villa Hermosa puede perderse, los adultos lo agradecerán y los niños pueden encontrarán alguna buena opción en las destacables cartas que reinterpretan la cocina tabasqueña de dos maneras distintas.
Consejos de viaje:
-La ruta del cacao es un plan ideal para un fin de semana largo, no necesariamente tienes que esperar a las próximas vacaciones escolares. Esta ruta se puede hacer en un día y visitar la selva para que los niños puedan subirse a la tirolesa o realizar un paseo por la zona de los pantanos.
-Lleva repelente de mosquitos y bloqueadores para los niños; si es temporada de lluvias, las botas son indispensables.