Magdala cuenta con una sinagoga conocida desde hace poco tiempo atrás, pero conservada en perfectas condiciones.
En el Parque Arqueológico de Magdala se encuentra la única sinagoga excavada y mejor preservada que data del primer siglo en Galilea. La edificación, según análisis de cerámica, materiales, vidrio y monedas encontradas, tuvo operaciones hasta que ocurrió una revuelta judía.
En excavaciones en el lugar, y en una exploración en la sinagoga, se encontró la piedra de Magdala o Bimhá, considerado por la Autoridad de Antigüedades de Israel como el descubrimiento arqueológico más importante de los últimos 60 años.
La estructura de la sinagoga incluye un pasillo al cuarto de estudio, y una pequeña bodega para guardar los rollos de la Torá.
Magdala, en la costa oeste del Mar de Galilea, estuvo hundida en el siglo 1 tras un deslave que cubrió la ciudad, según los promotores del destino.
Era el más grande centro urbano en la región, y también es una zona conocida como el lugar de nacimiento de María Magdalena, una mujer liberada de los demonios por Jesús, según las creencias cristianas.
Magdala revela la historia de la revuelta de los judíos ante los romanos, y en algún momento, las casas del norte del lugar fueron abandonadas al igual que su sinagoga. Aunque el lugar también fue destruido, se reocupó tras su descubrimiento en el año 2009.
En excavaciones realizadas en el 2010 se encontraron tres baños rituales judíos, considerados únicos en Israel al ser alimentados por agua de manantial.
Cruzando el terreno, también fue encontrado el antiguo Puerto de Magdala, el cual fue usado para la industria pesquera internacional, según fuentes históricas. Cerca del puerto se descubrieron piletas para la limpieza y salazón del pescado, la principal actividad económica del lugar.