Un destino para desconectarte del cibermundo.
Las dunas de Altwarp con su arena fina están situadas en el extremo noreste de Alemania, casi en Polonia. No son dunas en la costa sino dunas interiores, una de las muchas particularidades de la región que rodea la laguna de Stettin (Szczecin en polaco).
La fortaleza del lugar es que no corre peligro de ser arrollado por el turismo de masas.
En lo alto de las dunas está parado Frank Joisten, quien deja vagar la mirada por los alrededores, hasta el lago de Neuwarp (Nowe Warpno en polaco). Joisten es originario de Renania y fue alguna vez soldado profesional. Estuvo tres veces en Afganistán y siempre llevaba consigo su cámara para fotografiar pájaros en ese país asiático. Es su gran pasión desde hace tiempo.
Su pasión no ha cambiado desde que está jubilado. Por el contrario. Al final, Joisten decidió mudarse a esta región, en el extremo noreste de Alemania, donde se encuentra la reserva natural de las dunas interiores de Altwarp. Allí trabaja como voluntario en la asociación ecológica regional. Las dunas aquí tienen una altura de hasta 15 metros y actualmente están parcialmente cubiertas de bosque. "Las dunas se formaron hace 10,000 años, a finales de la última era glacial", explica Joisten.
Después del deshielo de los glaciares, un viento fuerte hizo que la arena se acumulara en este lugar. Todavía hoy hace bastante viento, lo que tiene cierta desventaja para los habitantes porque el viento levanta también la arena. Sin embargo, las dunas son imponentes, uno de los motivos por los que Altwarp atrae a turistas. La localidad solo tiene unos 700 habitantes y está situada en una región donde en su conjunto no vive mucha gente.
La ciudad grande más cercana es Szczecin, en territorio polaco. En la región no pasa gran cosa. A cambio, el turista tiene aquí la posibilidad de observar águilas marinas todos los días. Muchas de las casas datan de finales del siglo XIX y principios del XX y tienen paredes entramadas. En el puerto de Altwarp están fondeados algunos barcos pequeños. Con uno de ellos viajamos al lago de Nowe Warpno, donde navegan también algunos balandristas.
El capitán timonea el barco junto a la pequeña isla de Riether Werder. Allí solo quedan 60 vacunos, que impiden que la hierba termine por cubrir toda la isla. Está prohibido entrar en la isla, que alberga la mayor colonia en toda Alemania de gaviotas reidoras, agujas colinegras, agachadizas y charranes comunes. La prohibición de entrar no vale para Joisten, quien por encargo de la asociación ecológica ejerce de supervisor de la zona.
Joisten acompaña a los turistas que regresan a tierra firme. A poca distancia se encuentra Rieth am See, una pequeña localidad turística de 160 habitantes. Es un lugar apreciado por turistas que buscan tranquilidad y quieren descansar en la cercana playa. Los surfistas y piragüistas también aprovechan el lago Nowe Warpno. No hay hoteles en Rieth am See pero sí una serie de apartamentos de vacaciones.
En el número 4 de la calle Dorfstraße se encuentra la antigua lechería, en donde hace tiempo se dejó de producir leche. Desde 2009 está instalado allí el "Café de Klönstuw", que también tiene muchas mesas al aire libre, donde los visitantes pueden disfrutar al sol de unos pedazos de pastel bastante grandes.
Otra de las viejas casas, una antigua pensión, es ahora el lugar de encuentro de los miembros de la red turística Riether Winkel. Una de ellos es Ulrike Siedl. "Los turistas que vienen a este lugar se dan cuenta de que aquí no hay cobertura en el celular y entran en pánico", dice Ulrike. "Pero pronto comienzan a disfrutar de la falta de cobertura".
Información básica:
Destino: La laguna de Stettin está situada en el norte del estado alemán de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. La ciudad grande más cercana es Szczecin, en Polonia.
Cómo llegar: En avión a Berlín y desde allí en coche de alquiler por la autovía A20 a Stettiner Haff. También se puede ir en tren desde Berlín a la localidad de Eggesin. El viaje dura aproximadamente dos horas y media.
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