Cosas que ver más allá de los famosos rascacielos de la ciudad.
La ciudad-Estado de Singapur es conocida sobre todo por sus rascacielos y comercios. Sin embargo, los visitantes no deberían perderse de ninguna manera las siguientes atracciones turísticas:
La piscina sobre los tejados de Singapur: En el hotel "Marina Bay Sands" está situada la piscina más alta del mundo, y aunque su uso solo es exclusivo para los huéspedes, todo el mundo puede acceder al mirador del hotel. La entrada cuesta 23 dólares singapurenses (unos 17 dólares estadounidenses). O bien, si quieres evitar este gasto, puedes disfrutar de la misma vista panorámica en el bar "Cé La Vi", que también pertenece a la instalación hotelera.
Al lado del hotel se encuentran los Gardens by the Bay. Este jardín botánico se parece a un parque verde de ciencia ficción con "superárboles" de hasta 50 metros de alto.
Se trata de estructuras de acero para helechos y plantas trepadoras que tienen la forma de árboles gigantes. Por la noche incluso están iluminadas.
Otra atracción superlativa: en el invernadero Cloud Forest se encuentra la cascada cubierta más alta del mundo. La entrada al parque es gratis, aunque sí se requiere pagar la entrada a los invernaderos.
El hotel "Raffles", de la época colonial británica, es un destino que atrae a muchos visitantes. Puede parecer curioso, pero el lugar, que lleva el nombre del fundador de Singapur, Thomas Stamford Raffles, es hasta hoy mundialmente famoso debido, sobre todo, al cóctel Singapore Sling. Los principales ingredientes son ginebra, licor de cerezas y Bénédictine.
A poca distancia andando desde el "Raffles" se encuentra la calle comercial Haji Lane. Aquí, lejos de los extravagantes "superárboles", hay otro tipo de arte. La calle en el barrio musulmán de Kampong Glam es punto de encuentro de la movida singapurense. Las paredes de las casas están pintadas de todos los colores.
El graffiti crea un ambiente animado. En la Haji Lane hay muchas pequeñas tiendas de moda, galerías de arte y cafés que compiten con la calle comercial más lujosa Ochard Road.
– Para escapar del barullo de Singapur nada mejor que visitar los clásicos jardines botánicos de Orchard Road. La entrada es gatis. Allí no hay árboles artificiales sino muchas plantas tropicales y también la mayor colección de orquídeas del mundo. La entrada cuesta cinco dólares singapurenses (unos 3.60 dólares estadounidenses). Es un lugar de silencio especial.
– De regreso a la jungla urbana merce la pena visitar Little India, el barrio indio de Singapur entre templos hindúes, mezquitas e iglesias, los visitantes pueden regatear los precios de joyas y telas. El barrio tiene también un mercado de alimentos y muchos restaurantes. Otro buen sitio para comer es Chinatown.