Por el mundo subterráneo de Berlín

Un peculiar recorrido en metro.

En la estación del metro Berlin-Alexanderplatz, los viajeros entran en tropel en los vagones, caminan deprisa por las escaleras, hacia arriba y hacia abajo. Una y otra vez suena la señal que indica que las puertas se van a cerrar. En el andén 4, en cambio, impera una tensa calma. Unas 150 personas, turistas extranjeros pero también berlineses, están esperando.

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En las vías hay un vehículo que no tiene nada en común con los típicos trenes del metro de Berlín: adelante y atrás hay una locomotora roja y entre ellas tres grandes vagones descubiertos en los que están montados asientos. No hay techo y también los costados están abiertos. La empresa de transportes BVG promociona el viaje con el denominado Metro Cabrio como la "excursión más peculiar por Berlín".

A las 19:00 en punto, la señal cambia a verde. Durante dos horas, el convoy turístico subterráneo viajará por toda la capital alemana. ¡Súbanse por favor! Antes de la salida, todos los pasajeros reciben un casco y auriculares, además de unas instrucciones de seguridad. La más importante es esta: "Por favor, no se levanten durante el viaje", avisa por el altavoz una voz que se presenta como "Herr Jäger" y que durante las próximas dos horas casi no para de hablar.

La iluminación en los túneles ha sido encendida expresamente para el Metro Cabrio. Normalmente, aquí en el subsuelo está oscuro como la boca del lobo. Luces azules indican el camino hacia las salidas de emergencia. El viaje también muestra de forma impresionante las diferencias en el diseño de las estaciones del metro. Unas veces, las paredes están adornadas con azulejos de color naranja, otras veces con lozas azules. Hay estaciones con techos planos y otras con techos altos. En algunos casos, toda una estación está dedicada a un solo tema. Por ejemplo, Osloer Straße, que está completamente pintada con los colores de la bandera nacional de Noruega.

Desde luego, Herr Jäger tiene para cada estación una historia que contar. Por ejemplo, Voltastraße, que ya estaba lista mucho tiempo antes de que se terminara de construir el tramo del metro y que sirvió durante ese tiempo de almacén para patatas, inclusive un acceso para carruajes de caballos. Y allí está Pankstraße, que fue reconvertida en refugio nuclear. Aún hoy se pueden ver junto a las vías las gigantescas puertas giratorias. En caso de emergencia, hasta 3,340 personas podrían haber encontrado refugio en los andenes.

Después de casi dos horas empezamos a sentir un poco de frío en el tren descubierto. El viento sopla fuertemente, sobre todo en el tramo de la línea U9, que está construido casi completamente sin curvas y donde el tren alcanza una velocidad de hasta 70 kilómetros por hora. Sin embargo, los tramos más fríos son los que pasan por debajo del río Spree. El agua enfría el ambiente constantemente. Pasamos por última vez por el túnel helicoidal y ya hemos llegado otra vez a la estación Alexanderplatz. Los siguientes 150 pasajeros ya están esperando en el andén.

Información básica: el Metro Cabrio

El Metro Cabrio circula de mayo a mediados de octubre en la noche del viernes al sábado. El primer viaje comienza a las 19:00 horas, el segundo a las 22:30 horas. El precio es de 50 euros (unos 56,50 dólares) por persona. Los niños menores de 14 años pagan 35 euros. Generalmente, las plazas ya están agotadas con mucho tiempo de antelación, por lo que conviene reservar anticipadamente (www.bvg.de).

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