Portugal atraviesa una sequía histórica

Las pocas reservas están en camino de desaparecer

Todo el territorio de Portugal sufre una sequía "extrema", según el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA). El pasado octubre fue el más caliente desde 1931.

Esta situación ha desecado los suelos, fenómeno que se ha acentuado en noviembre, particularmente en el sur del país, donde la cantidad de agua cayó por debajo del 20% en algunas zonas, según el IPMA.

"El problema de la sequía actual es que tendrá repercusiones más allá de este año", explica a la AFP Fremelinda Carvalho, presidenta de la Asociación de Agricultores de Portalegre.

"El año pasado ya hubo poca agua. Las reservas de agua están en camino de desaparecer", indica, precisando que hará falta que llueva por mucho tiempo para recuperar los niveles de agua de años precedentes.

La situación más crítica se ha visto en Viseu, a 300 km al norte de Lisboa, donde una parte del agua que necesita la población se abastece con camiones cisterna.

En la región geográfica de Alentejo, en el centro de Portugal, la sequía está afectando severamente a todos sus habitantes.

80% del país enfrenta condiciones de sequía severa.

"Nunca he visto una sequía igual", asevera con impotencia Antonio Granadeiro,  a la AFP. Él es un ganadero de 64 años que vive en Alpalhao, a unos 30 km de la frontera con España, en medio de estanques secos y un suelo duro y agrietado. La situación es tan delicada que ha tenido que comprar toneladas de agua para hidratar a sus 800 vacas.

Un agricultor vecino, Joao Curvo, constata por igual la situación: "Es un año totalmente diferente. Estamos en camiseta y normalmente en esta época del año estaríamos más abrigados".

"¡Mira estas aceitunas! Muchas maduraron a principios de octubre, cuando lo habitual es que lo hagan a fines de noviembre", señala. Para salvar la cosecha, debió recoger más temprano de lo habitual.

El ministro de Ambiente, Joao Pedro Matos Fernandes, no ha desaprovechado la oportunidad de manifestar su intención de negociar con España, con vistas a una nueva Convención de los Ríos Internacionales. Entre otras medidas, pretende que los controles a los caudales ecológicos se realicen diariamente y no cada semana, como viene sucediendo hasta ahora.

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Vía: El Comercio

Imágenes: Clarín HD