Sufrimiento y rendención

Procesiones de Semana Santa en el mundo.

Las procesiones existen desde la época de los romanos y en todas las grandes religiones. Las cristianas de Semana Santa reviven los últimos días de la vida terrenal de Jesús, aquí un recorrido por algunas de los lugares donde se viven más intensamente:

Córdoba, España

Procesión del silencio. Se realiza en distintos lugares pero tiene su origen aquí en España. Los franciscanos la iniciaron en el siglo XIII, había castigos físicos y representaciones relativas a la Pasión de Cristo. Durante la noche del Viernes Santo desfilan en silencio los encapuchados integrantes de la hermandad del Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora Reina de los Mártires. Caminan entre las estrechas calles del casco antiguo, iluminados a la luz de los cirios.

Jerusalén, Israel

Procesión de Domingo de Ramos. Visitada por millones de peregrinos musulmanes, cristianos y judíos, Jerusalén es la ciudad más santa del mundo. La parte de la Ciudad Vieja alberga los sitios donde originalmente sucedieron los hechos históricos de la pasión de Jesús y que dan sustento al mundo cristiano. Así que el evento con el que inicia la Semana Santa tiene un aura especial. Miles de fieles con ramas de olivos en las manos caminan por el Monte de los Olivos, es una manera de representar y conmemorar la entrada de Jesús en Jerusalén. Comienza en la iglesia de Betfagé donde se conserva la piedra que utilizó para subirse a un burro. Se escuchan cantos y rezos en todos los idiomas, la procesión es encabezada por los representantes oficiales de la iglesia católica.

Manila, Filipinas

Procesión de Jueves Santo. En este país, predominantemente católico, se realizan una de las procesiones más sangrientas. En Mandaluyong, al este de Manila, los penitentes expían sus pecados golpeando sus espaldas con afiladas cuchillas o clavados en una cruz. La procesión acompaña la representación del vía crucis (del latín, camino a la cruz) de Jesucristo conocida por los locales como Senakulo.

Popayán, Colombia

Procesiones de Semana Santa de Popayán. Son la única celebración de este tipo incluida por la Uneso en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Se celebran desde 1556 convirtiéndose en la tradición latinoamericana más antigua. Cinco procesiones dedicadas a la Virgen María, Jesús, la Santa Cruz, el Santo Entierro y la Resurrección desfilan por las noches del martes hasta el sábado anterior a la Pascua de Resurrección. Recorren 2.5 kilómetros en el centro de la ciudad. Los cirios, el olor a incienso y las imágenes de madera del siglo XVII, generan la atmósfera solemne.

Taxco, México

Procesiones de flagelantes y encruzados. Los jueves y viernes santos miles de creyentes y turistas se congregan en esta ciudad platera para observar a los flagelantes encapuchados. Caminan de forma coordinada por las calles empedradas y edificios barrocos. Van amarrados por cadenas de fierro de 100 metros, separados uno del otro por una distancia de diez metros. En sus hombros cargan unas 144 varas de zarzas espinosas de unos 60 kilogramos de peso sujetas con el cabresto (un lazo tejido con crin de caballo que se coloca en los brazos, cuello y cintura). Rezan y en cada estación se auto flagelan. Al final ellos mismos se encargande su curación. El sacrificio lo hacen para limpiar sus pecados o recibir favores como la curación de algún familiar enfermo.

Lee: La ciudad más santa del mundo