Caminatas entre flores de cerezo, atardeceres en frente del Danubio con vista al Parlamento y visitas a los baños termales son de las actividades que harán de tu visita a Budapest única.
El gran río Danubio divide la capital de Hungría en dos: Buda y Pest. La primera con un estilo arquitectónico totalmente barroco, envuelto por el castillo Buda, el Bastión de los pescadores, la Iglesia de San Matías y la Ciudadela. La segunda tiene un estilo neoclásico, atravesado por episodios históricos significativos, como la hegemonía otomana o su participación dentro de la República Soviética. Este contraste hace que Budapest tenga un ambiente multicultural.
Es por eso que la capital de Hungría representa la mezcla perfecta entre cultura, naturaleza y entretenimiento. Éstas son unas de las actividades que debes hacer si pasas algún tiempo ahí:
Caminar entre flores de cerezo en la Ciudadela
Para quienes disfrutan de la naturaleza, una experiencia única es subir la colina más alta de Budapest: Gellért, en donde también encontrarás la Ciudadela. Ésta representa un refugio del peligro, construida a raíz de la Guerra de la Independencia. Mientras subes la colina, te encontrarás entre la belleza rosada de los árboles con flores de cerezo y una vista aérea hacia el lado de la ciudad de Pest y el río Danubio.
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Perderse en el Castillo Buda y sus jardínes de encanto
Los jardines de flores exóticas, senderos amplios y estatuas que rodean el Castillo de Buda, también conocido como el Palacio Real, harán del recorrido a pie una delicia visual y cultural. Además de ser el Museo de Historia de Budapest, también alberga la Galería Nacional Húngara y la Biblioteca Széchenyi.
Salir al amanecer de un Ruin Bar
El bar más icónico de Budapest es Szimpla Kert, localizado en un edificio gigantesco de la pre-guerra decorado con todo lo que te puedas imaginar: desde bañeras, graffitis hasta un coche abandonado y luces neón. Podrás disfrutar de los debuts en vivo de distintos DJs y distintos gustos musicales, dependiendo en el salón al que decidas entrar. Aprovechando que estás de fiesta, deberás probar la bebida nacional llamada Palinka, el más tradicional siendo el de ciruela.
Mirar el atardecer desde el Bastión de los Pescadores
Ver el atardecer entre 7 torres blancas y neo-románicas que componen el Bastión de los Pescadores es una necesidad turística para quienes visitan la capital húngara. Estas estructuras rinden homenaje a las 7 tribús húngaras que se establecieron en la Cuenca de los Cáarptos.
A esa altura, la puesta del sol y el Parlamento son protagonistas. Ya ahí, vale apena probar el postre típico húngaro llamado “Kürtős kalács”, compuesto por una masa de levadura fresca cubierto de azúcar caramelizada y canela.
Estando ahí, la Iglesia de San Matías está a unos cuantos metros. Originalmente era una mezquita turca. Sin embargo, fue reconstruida al estilo barroco y, así, se transformó en una obra neogótica.
Disfrutar de un buen vino en el Puente de la Libertad
Si mirar la caída del sol desde el Bastión de los Pescadores no es opción, una alternativa es mirar el paso del Danubio desde el Puente de la Libertad. Es fácilmente identificable por su distintivo color verde y estilo Art Nouveau. La vista hermosa se puede complementar con una buena botella de vino de la región Eger, y pizza para llevar del restaurante “Manufaktura”.
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Perder la mirada sobre la fachada del Parlamento
Después de dar una vuelta por el Parlamento y el monumento de los zapatos en memoria al Holocausto, la Basílica de San Esteban queda a unos pocos minutos caminando. Es uno de los edificios más altos en Budapest. Al terminar de subir los 364 escalones hasta el mirador, tiene una de las vistas más emblemáticas de la capital.
El recorrido puede extenderse hasta el corazón de Budapest, donde es fácil encontrar un buen lugar para brunchear al aire libre.
Picnic en la Isla Margarita
Si la idea es pasar una hermosa tarde o mañana al aire libre, un picnic en la Isla Margarita es lo ideal. Es posible rentar una bicicleta o tomar el transporte público. Cuenta con bares, restaurantes y cine a cielo abierto. Al mismo tiempo, tiene un zoológico y un jardín japonés. En la noche, en la fuente central hay un espectáculo de luces neón y música clásica.
Dialogar con la colección de arte del Museo Ludwig
El Museo Ludwig es la casa dedicada al arte contemporáneo y contiene una colección de arte moderno internacional y arte fino húngaro. Además, cuenta con una vista privilegiada al Danubio y en los inviernos, dispone de una pista de patinaje sobre hielo que parecería ambientada en la década de los 80.
Alessandra de Zaldo es una fotógrafa mexicana que radica en Budapest. Está comprometida a mirar de manera distinta el mundo contemporáneo, desde una perspectiva documental y artística. Estudió en la Escuela Activa de Fotografía. En 2019, fue la fotógrafa oficial del seminario feminista e internacional “Global Youth Ambassadors and Leadership Summit” en la ciudad de Chicago.
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