Para que no te toquen las hordas asfixiantes de turistas, armamos una guía para visitar el Van Gogh Museum de Ámsterdam.
Si hubiera una visita obligada al estar en Ámsterdam, sin duda sería al Van Gogh Museum. No tanto por la intención generalizada de ver en persona las dos pinturas que se encontraron casi por casualidad en internet, sino por la experiencia del color en distintos formatos, que no pierde la esencia original de movimiento, de trazo esencial.
La ubicación, la museografía, la disposición de las obras, la propuesta audiovisual: todo se conjuga para generar una experiencia que no discrimina, sino que se abre a una audiencia diversa e incluyente. Aquí te contamos qué ver si lo visitas este verano 2023.
‘Sunflowers’ wasn’t the first time Van Gogh made an almost completely yellow painting. In this still life, he experimented with different shades of one colour. Van Gogh even painted the frame yellow. 💛
🌻 Vincent van Gogh, Quinces, Lemons, Pears and Grapes (1887) pic.twitter.com/e8ve8qWeY5
— Van Gogh Museum (@vangoghmuseum) February 11, 2023
Te sugerimos: ¿Vincent van Gogh se inspiró en los cerezos japoneses para pintar sus obras maestras?
¿Qué ver en el Van Gogh Museum?
El Van Gogh Museum está pensado para una gama diversa de visiones y acercamientos. Se planeó con la intención de poderse apreciar desde una perspectiva más bien general, pero también para ofrecer un entendimiento del artista y de su obra más profundo. La parte biográfica dialoga bien con las obras expuestas, que parecen desempolvar los pliegues menos conocidos de la propuesta estética de Vincent Van Gogh.
El recinto se diseñó de tal forma que se pueden apreciar los lugares en los que estuvo a través de la muestra, así como las intimidades del trazo con el lienzo, y las tribulaciones discretas y desenfrenadas que el artista sobrellevó.
Sin embargo, para tener una experiencia más nutrida del recorrido, es necesario tomar algunas precauciones antes, notar detalles durante, y elementos a considerar después de haber realizado el recorrido. Aquí el instructivo para una visita más disfrutable, más allá del plano turístico y más adentrada en la apreciación del espacio y de la inmersión en el trazo post-impresionista
Comprar los boletos en línea con varios días de anticipación
Es bien sabido que, especialmente durante la temporada alta en verano, el museo se satura. El sistema en línea tiene un calendario con el desglose por día de todos los horarios disponibles, dada la gran demanda de boletos que anualmente se reservan, en especial para los meses de vacaciones. Hay descuentos de estudiante y para adultos mayores de 65 años, pero el boleto normal está en 18€.
El museo siempre está lleno. Abre a las 9:15 de la mañana y cierra a las 5:00 de la tarde. Sin duda, en la tarde es cuando la multitud no permite ni siquiera caminar entre los pasillos. Por esta razón, es mejor comprar boletos para los primeros horarios: hay menos gente y las obras pueden apreciarse más libremente, sin la presión de otros quince turistas que quieren pasar frente a los cuadros —muchas veces, sin siquiera detenerse a verlos con cuidado.
Por lo demás, el espacio considera a las personas con poca movilidad, y existe la opción de subir a cada piso por elevador o a pie. Hay visitas guiadas en los idiomas principales de Europa, comentadas según lo que a la gente le interese saber. El espacio dialoga con el espectador y la obra habla por sí misma. El discurso museográfico es sugerente y los recursos, sin duda, accesibles.
También lee: Por qué aparece una vasija mexica de obsidiana en «Las Meninas», el cuadro más famoso de Velázquez
Recorrer el museo de arriba hacia abajo
El Van Gogh Museum consta de tres pisos, cada uno pensado para una etapa de la vida del artista. Es por esto que la narrativa del discurso curatorial apunta a mostrar al espectador el desarrollo estético y las distintas búsquedas que Van Gogh persiguió a lo largo de su carrera artística, autodidacta y espontánea.
De esta manera, se tiene una experiencia de inmersión profunda a los procesos creativos que él tuvo, así como de los experimentos que llevó a cabo con el color y las formas, y de los distintos personajes que aparecieron a lo largo de los años.
Naturalmente, ésta es la ruta más solicitada para visitar el museo —pero no es la única. Si se logró reservar para los primeros horarios, lo mejor es hacer el recorrido al revés: del tercer piso hasta el primero, siendo que habrá menos gente y las salas se podrán visitar en silencio, siguiendo el camino que uno mismo elija, y no el que marque el ritmo de las demás personas.
Si bien es cierto que de esta manera se pierde un poco la línea narrativa de la vida del artista, también lo es que se deja de lado a la figura histórica para realmente apreciar el arte, y permanecen las formas y el color, y no tanto el personaje.
También lee:
No concentrarse en las obras más famosas
Un error común cuando se visita por primera vez el museo es ir directamente a ver las obras más reconocidas de Van Gogh: los girasoles, el cuarto, los almendros —todos son maravillosos, pero no es lo único que hay que ver, evidentemente. Por el contrario, es verdaderamente sorprendente la variedad de obras que el museo tiene, que van mucho más allá de la concepción generalizada que se ha creado alrededor de la figura del artista.
En primera instancia, es un error justamente por eso: porque se dejan de lado los demás cuadros que la muestra ofrece, en todos los tamaños imaginables. Desde ensayos en lápiz hasta pinturas de gran formato, que ocupan casi una pared de piso a techo. Se tienen también varios de sus cuadernos en exposición, con garabatos de cafés provenzales y efigies de mujer sin terminar.
Por otra parte, las obras más conocidas son las que más concentración de turistas tienen, y en las que menos tiempo se tiene para apreciar. La gente empuja y se mete, sin respetar las filas que los guardias intentan organizar para que todo el mundo tenga oportunidad de verlas. Es mejor apreciar las demás obras de la muestra, que tienen muchas veces mejor calidad técnica, y que la gente ignora, como si no existieran, sin darse cuenta del valor estético de los cuadros que están dejando de lado.
Más sobre arte:
Aprovechar el material audiovisual
🤩 Our new exhibition ‘Choosing Vincent. Portrait of a Family History’ opens tomorrow!
How did Vincent van Gogh became a world-famous artist? To this day, his family plays an important role in this. For more information click here: https://t.co/TpIGZc9H7P pic.twitter.com/STQMl0J3mz— Van Gogh Museum (@vangoghmuseum) February 9, 2023
Sin duda, uno de los esfuerzos más grandes que el museo hizo fue el de recabar información para extenderla a otros formatos. Muchas veces es tedioso usar la audio-guía en los museos, pero el recorrido en este caso sí se enriquece. No es una antología de entrevistas ni de datos históricos inconexos, sino que se trata de un recuento fácilmente digerible del desarrollo artístico y biográfico del artista, con una línea narrativa que resulta amena para todo tipo de público.
Por otra parte, no se pueden dejar de lado los pedazos de lienzo que se pueden ver bajo el lente de microscopios. Como parte de las salas, es posible tener un acercamiento más preciso al trazo con los microscopios con los que el museo cuenta. Esto con la finalidad de poder apreciar con más profundidad la manera en la que Van Gogh aplicaba el color en la tela, así como los otros elementos que utilizaba para generar textura, como arena para las escenas de playa.
Además, el museo cuenta con varias de las cartas que Van Gogh escribió a mano, y que se pueden ver expuestas como parte de las salas de las distintas etapas de su vida: desde la provincia francesa hasta París, se aprecia el despliegue de sensibilidades que el artista alcanzó durante sus años más productivos, que coinciden con los pasajes que las cartas a su hermano relatan.
También lee:
Desayunar en la cafetería (obviamente)
Con el recorrido terminado, visitar la tienda es casi inevitable. Los souvenirs están diseñados con clase y gusto, por lo que no se limitan a lápices y plumas. Por el contrario, la gama es amplia y deja un buen sabor de boca ver los pasillos con calma.
Además, la cafetería considera a los visitantes que llevan poco dinero, y ofrece un menú por 5.25€ que incluye un pan y una bebida a elección del visitante. Con todo lo anterior, la experiencia está completa. Bien dirigida, bien curada, bien lograda: deja al espectador con ganas de regresar no una, sino que varias veces.
Sigue leyendo:
Revelan un autorretrato nunca antes visto del artista Vincent Van Gogh
El pigmento sagrado de Oaxaca que Vincent van Gogh utilizó en sus pinturas más famosas