Recorrer las calles de la ciudad eterna desde los ojos de un local.
Para conocer Roma hacen falta muchos viajes, paseos y miradas. Aunque su arquitectura monumental se pueda localizar con facilidad en un mapa, los que vivimos aquí la comprendemos más allá de su apariencia y, para descubrirla, hay que combinar los gustos de los romanos con las atracciones turísticas. Aunque a la mayoría de los locales no se les verá visitando el interior del Coliseo o el Vaticano, a otros nos gusta hacer paseos por los puntos más populares para sorprendernos con la majestuosidad del pasado y presente de la urbe.
Los domingos, días festivos y puentes, se corta el tráfico en la calle de Via dei Fori Imperiali; a los romanos no les gusta porque son amantes de sus motos y coches, pero vale la pena aprovechar y maravillarse a pie o en bicicleta con lo que fue el corazón de la antigua Roma: Foro Romano e Imperial.
Lee: Las ruinas de Éfeso en cinco actos
Otro punto del centro en el que convergen visitantes y habitantes son las emblemáticas plazas de la ciudad. Hay para todos los gustos: la Piazza di Spagna, la más bulliciosa; Piazza della Colonna, para admirar el Panteon o la famosa Piazza Navona, con sus tres imponentes fuentes barrocas. Tomarse un café en la terraza de alguno de los restaurantes que hay alrededor es una buena idea para pasar el día, sobre todo si el tiempo acompaña con los rayos de sol.
Conoce más de Roma desde la mirada de uno de sus habitantes en la edición de septiembre de la revista National Geographic Traveler.