¿Un retiro espiritual en un paraíso natural de arquitectura moderna con spa, comida gourmet, y sin dejar la tecnología? Te decimos dónde.
El Meditation Resort es un ashram donde el lujo y la espiritualidad no están peleados; basado en el pensamiento de Osho, quien creía que un hombre completo es aquel que se siente en casa tanto en el mundo material como en el espiritual. Ese lugar está en Puna, India.
En medio del tráfico, vacas y templos, hay 28 hectáreas de naturaleza donde los interesados en la meditación pueden pasar un fin de semana o una temporada más larga. Este espacio está diseñado para hacer una pausa en la vida, tomarse tiempo real para uno mismo, con calma.
Al llegar, te explican las reglas del lugar (no fotografías, no celulares y no hacer ruido en las meditaciones, entre otras cuestiones) y se entrega al visitante su uniforme: una túnica marrón y otra blanca. Es común que los llamados «sanyasis» (alumnos) se cambien de nombre, pues, supuestamente, no es el mismo quien entra a quien sale.
A partir de las seis de la mañana y hasta las nueve de la noche, cada hora hay meditación. Además, se ofrecen distintos tipos de talleres espirituales que duran de uno a quince días. No es obligatorio asistir a nada, y es posible pasar el día en la piscina.
Todas las noches hay «noches de creatividad», con un concierto de cítara la gente pinta, hace ropa, se pone tatuajes de henna, o participa en teatro.
El ashram recibe hasta cinco mil personas en temporada alta ?diciembre, enero? y aproximadamente 300 en la baja, provenientes de más de cien países. Muchos no duran ni media hora, pues el lugar puede parecer un manicomio, pero quien conecta queda fascinado, al grado que el 50 por ciento de los visitantes regresan.
Pero también están los residentes, muchos de los cuales conocieron a Osho y llevan en la comuna cerca de 20 años. Cuentan que hay quienes van por un día y se quedan años. Uno de los atractivos de una estancia en un ashram es la posibilidad de conocer gente. Durante el tiempo que estuve conocí a Yan, viejo maestro chino que aprendía misterios y a un coreano de 23 años que llevaba siete viviendo ahí.
Tomé clases de Bollywood dance con grupos de adolescentes indios. En el grupo de autohipnosis me hice amiga de Kuno, un banquero suizo, y de su esposa. En la misma mesa convivían Atmo, dueño de una trasnacional que pasa sus fines de semana en el ashram, y Manu, un maestro de yoga indio muy humilde. Mis amigos eran Nanda, una afgana que se despojó de su burka y Karim, un contador de Jordania musulmán que trabajaba en Puna.
Entre tanta diversidad hay una especie de rebeldía a la vida contemporánea. Varios tienen su situación económica resuelta y están en busca de «algo más». Nadie habla de negocios o de los problemas en el mundo, las conversaciones giran en torno a la vida sencilla, a recobrar y dialogar con la naturaleza y los otros.
Dentro del ashram hay una casa de huéspedes de arquitectura moderna, recámaras silenciosas, baños amplios y aire acondicionado. Hay paquetes de fin de semana de 400 dólares que incluyen el hospedaje, meditaciones, fiestas, comidas, bebidas y uniforme.
Únicamente los que pasan un fin de semana y uno que otro despistado se hospeda ahí dentro. La mayoría renta cuartos o departamentos fuera, que van de los cinco a los 30 dólares por día. La entrada diaria con todo incluido cuesta tres dólares para los indios y 10 para los extranjeros. Cualquiera que aporte algo a la comuna, como los músicos, maestros espirituales, cuidadores de la puerta, o administradores, se hospedan, comen y meditan gratis.
Algunas meditaciones se llevan a cabo dentro de una pirámide negra rodeada de agua y consisten en gritar, brincar y bailar. El lugar arroja una propuesta original al mundo sobre cómo debería ser la humanidad y ya sea por mera curiosidad antropológica, espiritual, sexual o filosófica, bien vale la pena cruzar el mundo para experimentarlo alguna vez en la vida.
Logística |
Puna está a dos horas de Bombay, o se puede volar desde varias ciudades como Nueva Delhi o Dubái. Hospedaje: Con sólo decir la palabra «Osho», cualquier taxi sabe adónde dirigirse. www.osho.com/meditation Alimentación: Variedad de comida vegetariana de primera, occidental e india. |