A tan sólo ocho kilómetros de Playa del Carmen el Hotel Le Rêve ofrece una opción verde para disfrutar el mar sin dañar el ecosistema.
El atractivo principal de este Le Rêve es que está ubicado lo suficientemente lejos de Playa del Carmen (en la tranquila zona de Xcalacoco al norte de Playa del Carmen, sobre la Rivera Maya) como para escapar de las multitudes e idealmente cerca para disfrutar los beneficios de este destino turístico. Pero eso sólo es el principio. Al llegar te sorprende la arquitectura de este hotel de apenas 25 habitaciones. Te recibe una enorme palapa, y ahí una estancia que ocupa el lugar de la típica recepción. Una sala cómoda desde donde puedes admirar lo que te espera: el mar. Y mientras te registras, bebes un coctel, escuchas el rumor del viento y entonces empiezas a relajarte.
Este hotel surge de un sueño de dos jóvenes empresarios quienes desde el principio se plantearon un concepto sustentable, que no afectara al medio ambiente y sobre todo que fuera capaz de integrar la creatividad y el sabor local. Lo que se siente desde el primer momento. No sólo la arquitectura se acopla al paisaje, la decoración, los objetos y el mobiliario son creaciones artesanales hechas a mano con materiales naturales, y no sólo eso, las sillas, por ejemplo, son hechas por reclusos a quienes no conforme con pagárseles justamente, también se les ofrece una oportunidad de reinventarse. El champú y los jabones son producidos por mujeres de la región. Los mosaicos que adornan las paredes están hechos artesanalmente en talleres locales; es más, a partir del trabajo conjunto surgieron dos nuevos diseños que llevan el nombre de este hotel. Las sábanas están bordadas por expertas de la región y en cada cuarto hay una bolsa tejida, también por los locales, para llevar las toallas a la playa.
Pero eso no es todo, el agua se reutiliza. Aquí no hay desperdicio. Sino respeto por el medio ambiente y una clara invitación a los huéspedes a unirse a la protección de los recursos naturales, por lo que una de las primeras normas es reutilizar las toallas, así se reduce el uso de detergentes. Otra sorpresa es que no hay televisión ni conexión a internet. ¿Para qué? Y aunque hay calefacción, las camas estás cubiertas por hermosos mosquiteros (también adquisición de la región).
Por su ubicación y concepto es ideal para parejas (no se aceptan mascotas ni menores de 16 años). La atmósfera es íntima y la ubicación de sus 25 habitaciones acentúa este carácter. Divididas en Horizon Suites, Garden Suites, Sea View Suites, Master Suites y Bungalows, todas con vista al mar, y los búngalos con alberca privada frente al mar.
Las áreas comunes: la alberca y el restaurante son también acogedores, sobre todo porque la distribución del inmobiliario respeta la privacidad. Además de estar rodeado de vasta vegetación, lo que lo aísla del ruido e invita a descansar verdaderamente, Le Rêve ofrece rincones especiales: spa y gimnasio frente a la costa, lo que propicia la total relajación.
El spa ofrece una amplia gama de masajes: los tradicionales relajantes de tejido profundo y holísticos; los sanadores de piedras calientes, los de cuatro manos y los especiales de la casa como el masaje de Luna, que puede ser individual o en parejas y se realiza en la playa, a la luz de la luna y las antorchas. O el masaje sueño de parejas que se puede dar también en la habitación y se hace simultáneamente a la pareja.
El restaurante «Náay» (del Maya «un Sueño») ofrece un menú basado en los sabores y productos locales. Para el desayuno existe una carta fija y siempre habrá pan recién hecho. Las opciones para la comida y la cena cambian a diario. No te pierdas los snacks: orgánicos, sanos y deliciosos. El bar también ofrece una variedad de cocteles, muchos de ellos creación del bartender. Ah, y siempre hay la posibilidad de improvisar para satisfacer el gusto del huésped.
Hay servicio de restaurante las 24 horas y un staff cuyo único propósito es hacerte sentir como en tu casa, fuera de ella. En este hotel, la idea es desconectarse del mundo sin sacrificar la comodidad. Una experiencia para escapar de la rutina e integrarte con la naturaleza.