Las piedras preciosas de las joyas de la Corona de Inglaterra estaban resguardadas en una lata de galletas escondida de los nazis en el Castillo de Windsor durante la Segunda Guerra Mundial, según reveló un documental de la BBC.
Estas piedras fueron enterradas en un agujero profundo por las órdenes del rey Jorge VI. Esto era para evitar que cayeran en manos del enemigo.
Por lo que, esta colección cuenta con tesoros invaluables.
Isabel II no conocía todos los detalles sobre dónde estaban escondidas las joyas por su seguridad. La reina estuvo en el Castillo de Windsor durante la Segunda Guerra Mundial.
Entre los tesoros más importantes incluía «El Rubí del Príncipe Negro» que se cree que fue usado por Enrique V en su casco en la Batalla de Azincourt en 1415.
Las joyas de la Corona de Inglaterra forman la colección más valiosa que existe hoy.
Las piedras preciosas se enterraron bajo una puerta secreta de salida del castillo utilizado en tiempos de emergencia. Por lo que, había que cavar un agujero y luego cubrirlo. Esto era para esconderlo de los bombarderos enemigos, mientras se construían dos cámaras con puertas de acero para mantener las piedras a salvo.
La puerta utilizada para acceder al área secreta donde estaban almacenados los artefactos todavía existe.
El asistente del encargado de los Archivos de la Reina, el bibliotecario Oliver Urquhart Irvine, desenterró los escritos que revelaban lo que les había sucedido a las joyas. Ya que, en cartas enviadas a la madre de Jorge VI se describió cómo las joyas de la corona se mantenían a salvo en caso de una invasión nazi.
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