Aventureros que llegaron a la capital de Camboya, hoy atienden, y sorprenden, al turismo.
Ya hace 20 años llegaban a Phnom Penh, la capital de Camboya, turistas aventureros y algunos gastrónomos extranjeros que aún hoy sirven a los turistas en la ribera del río Mekong exquisiteces, y no solo asiáticas.
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La cerveza de barril nacional fluye en grandes cantidades a orillas del Mekong y del lago Tonlé Sap. Durante la "hora feliz", el vaso de 0.4 litros muchas veces no cuesta ni un dólar. Aparte de estofado camboyano y Lok Lak, un plato nacional de carne, atraen el paladar platos típicamente alemanes como escalopes rebozados y salchichas fritas, así como pizzas, filetes mignon, bouillabaisse y zumo de mango fresco.
En la ribera del río y en la zona de bares de la capital de Camboya hay más de 100 restaurantes y tascas esperando a los turistas. Frente a ellos hay mendigos que tienden la mano pidiendo limosna, niños que venden ediciones pirata de guías turísticas y personas con discapacidades físicas que recuerdan al terrible sufrimiento de la población durante la cruel dictadura de los Jemeres Rojos en la década de los 70.
En el largo bulevar Sisowath Quay y en las calles laterales, vendedores de mercado y de souvenirs, tiendas de jardinería y supermercados hacen buenos negocios con clientes de todas partes del mundo. Especialmente atractivo es observar el ajetreo echando una mirada hacia abajo desde el restaurante "FCC" (Foreign Correspondents Club). En el pasado se reunían en este local reporteros de guerra y empleados de Naciones Unidas. Hoy, el restaurante recibe sobre todo la visita de turistas. Los mochileros muchas veces solo toman un trago, porque hay otros establecimientos más baratos.
Muchos propietarios de restaurantes, también alemanes y franceses, muestran su solidaridad con la gente necesitada, porque el floreciente turismo solo beneficia a una pequeña parte de los camboyanos. Muchas familias no ingresan ni siquiera 100 euros al mes.
El restaurante "Veiyo Tonlé", entre otros, dona dinero a personas necesitadas. El camarero cumple gustosamente el deseo de una pareja procedente de París que pide dos platos adicionales. Poco después, dos niñas hambrientas apostadas junto a la entrada pueden disfrutar de un plato de arroz con guarnición.
"El cambio que ha vivido este país en los últimos 20 años es enorme", afirma Peter Dahlke, un hombre de origen alemán que en el pasado trabajó como fotógrafo de moda en París. Más tarde fue uno de los primeros extranjeros en abrir un restaurante en Phnom Penh. En su restaurante "One more", situado a cinco minutos en tuk-tuk del Mekong, también camboyanos que ganan bien disfrutan de los filetes de carne al estilo alemán, pasta de huevo típica del sur de Alemania y tabla de quesos franceses. Otro de los inversores valientes es Andreas Stanke, originario de la ciudad alemana de Wuppertal. Su local modernizado "Riverside Bistro", a orillas del río, ya tiene una antigüedad de 20 años. Otro alemán, Tassilo Brinzer, ha ganado prestigio con su edición personal del Oktoberfest, la tradicional fiesta de la cerveza en Múnich: en el jardín del hotel "Cambodiana" instaló una carpa donde los clientes pueden bailar, tomar cerveza y comer salchichas con chucrut. Su restaurante "La Croisette", situado en la ribera del río, reúne por la noche a comensales de muchos países diferentes.
Rolf Lanzinger produce embutidos y fiambres de jamón con un equipo de camboyanos. Incluso la familia real de Camboya ha comprado ya productos a este alemán. "Me alegro de que actualmente venga gente de todo el mundo a Camboya. La gente aquí sufrió en el pasado mucho por las atrocidades. Ellos son serviciales y amables y se merecen el turismo", afirma Lanzinger.
Información básica: Phnom Penh
Destino: Phnom Penh, con unos 1.6 millones de habitantes, es la capital de Camboya y, junto con Angkor Wat, uno de los destinos turísticos más populares en el país. Al igual que en prácticamente cada metrópoli, también en Phnom Penh hay delincuencia en las calles, por lo que se recomienda a los turistas que por la noche no se desplacen solos por la ciudad.
Cómo llegar: Los vuelos desde Europa hacen al menos una escala técnica. Una opción económica es comprar dos billetes, uno para Bangkok y otro para el vuelo Bangkok-Phnom Penh, ida y vuelta, que se pueden conseguir a partir de 500 y unos 120 euros, respectivamente (unos 540 y 130 dólares).
En los aeropuertos y en la mayoría de los cruces fronterizos se pueden conseguir visados turísticos con una validez de cuatro semanas. Los turistas que quieren después viajar a otros países de la región y que necesitan un visado para China, Vietnam o Myanmar reciben ayuda en muchos hoteles y agencias de viajes en Camboya.
Cuándo viajar: Camboya tiene un clima tropical húmedo. Entre mayo y octubre llueve con frecuencia. La mejor época para viajar es el período comprendido entre los meses de diciembre y abril.
Moneda: Un euro equivale a unos 4.370, un dólar a unos 4.020 riel. En los hoteles y restaurantes se puede pagar con dólares, en los mercados pequeños solo con riel. En muchos cajeros automáticos se pueden retirar dólares con las tarjetas de crédito usuales.
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