Semillero cultural y político, esta ciudad se ha caracterizado por su rebeldía, su espírituindependiente y progresista presente en Mision District, uno de sus barrios más icónicos por su arquitectura y museos.
Cuando uno piensa en San Francisco se imagina el maravilloso tono rojo del Golden Gate envuelto en la niebla. O quizá en las así llamadas «damas pintadas», casas como salidas directamente de una fábula de casitas de jengibre o la belleza de las panorámicas desde el obelisco en North Beach. San Francisco, una de las ciudades más visitada de Estados Unidos, no sólo es famosa por su belleza: es un semillero cultural y político de actualidad. Matrimonio gay, políticas verdes, comida lenta, cine de clase mundial, ballet y ópera, así como arte: estas cosas coexisten de manera bastante pacífica en San Francisco, aunque sus ramificaciones se pueden percibir por todo Estados Unidos. El corazón cultural y político de San Francisco son los vecinos Civic Center y las áreas de Hayes Valley. Entonces el agua es el alma de la ciudad, así que empecemos por ahí, imaginando la época en que se trataba del próspero poblado portuario de tiempos de Mark Twain, y que creció hasta convertirse en esta hermosa, cosmopolita y vanguardista ciudad.
Empieza en el Ferry Building, donde puedes comprar comida orgánica «para llevar» y luego sentarte en una de las numerosas mesas al aire libre, donde muy bien envuelto (sí, por lo general necesitas usar ropa abrigadora) puedes admirar los puentes, tanto el Golden Gate como el de la bahía, mientras observas el ir y venir de los ferris entre San Francisco y Sausalito. Si estás aquí en sábado, los mercados de orgánicos de los productores, que son mucho más grandes, se suman a la experiencia mediante maravillosos puestos de comida salpicados entre los de frutas y verduras orgánicas. Mi favorito es el Hayes Valley Bar and Grill, por su pastel de cangrejo, aunque el puesto mexicano también es delicioso si tienes ganas de algo un poco más condimentado.
Si dejas atrás el agua y te diriges por Market Street a la Tercera, donde tomas a la izquierda y al pasar Mission Street te encaminas al Museo de Arte Moderno de San Francisco SFMOMA (Calle Tercera 151, entre Mission y Howard), que además de albergar una de las colecciones de arte moderno más completas del mundo, este año celebra su 75 aniversario con un excelente calendario de eventos, entre ellos una muestra de los grabados de Paul Klee. Una vez que hayas saciado tu antojo de arte, cruza la calle para visitar el Centro Yerba Buena de las Artes. Recorre este encantador espacio, que tiene teatro, un espacio interactivo para niños y 15 museos, contando el MOMA que está a tus espaldas y el Museo Judío a la izquierda. Si tienes niños, toma en cuenta las varias opciones que hay aquí para ellos.
Recuerda detenerte y admirar la enorme cascada que conduce al monumento a Martin Luther King y luego da vuelta a la derecha en la calle Cuarta, que te llevará de regreso a Market Street. Una ves en esta calle toma a la izquierda; entre las calles Cuarta y Quinta puedes hacer algunas compras en Westfield Center (Market Street 865), uno de los mejores centros comerciales norteamericanos. Hay Bloomingdales, Nordstrom y más de 170 boutiques más pequeñas. En los niveles superiores hay buenos restaurantes, una sección de comida rápida en el de hasta abajo y cualquier cantidad de cafés para un plan más ligero, si lo que necesitas es un descanso.
Pero personalmente uno de mis favoritos cuando necesito almorzar algo después de andar de compras está justo afuera y sobre el camino. Sal del centro comercial en la calle Quinta y cruza directamente hacia Mint Plaza, donde encontrarás un encantador bistró francés llamado Chez Papa’s (Mint Plaza 4). Es el tipo de comida que hay en un bistró francés. Los aperitivos y una gran multitud local hacen que sea mucho más apetecible que sentarse en un centro comercial.
Deja Chez Papa’s atrás; dirígete a la Quinta calle y dobla a la izquierda, en Market Street. Avanza por Market. Después de pasar la Séptima verás una plaza cerca del letrero de la estación Civic Center del BART (Bay Area Rapid Transit). Marcado por un monumento con las palabras reales que pasaron a la historia, aquí fue donde los delegados de las Naciones Unidas firmaron la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Yo normalmente diría que tomaras un momento para reflexionar, pero los vagabundos que siempre andan deambulando por aquí por lo general me mantienen en movimiento. En vez de eso, atraviesa la plaza hacia las impresionantes torrecitas blancas y doradas del Ayuntamiento de San Francisco. En Larkin dobla a la derecha y te encontrarás en el hogar de la colección más grande del mundo de arte asiático. El Museo de Arte Asiático de San Francisco (Larkin Street 200) es el testamento de numerosas comunidades asiáticas que arribaron con la Fiebre del Oro y se quedaron, para luego erigir, entre otras cosas, un barrio chino cuyo tamaño sólo supera China. Bien vale la pena detenerse en esta bella colección permanente.
Sal por la puerta del frente y cruza la plaza del Civic Center hasta el inconfundible San Francisco Town Hall (Van Ness Street 400), donde centenares de parejas del mismo sexo recientemente hicieron fila para casarse y la política verde se abrió paso hasta la agenda nacional. Siguiendo la mejor tradición política de San Francisco, el alcalde Gavin Newsome es un líder carismático dispuesto a correr riesgos y que aporta una atractiva figura a la clase poderosa de la localidad. Sube la escalinata y admira la hermosa fachada y el interior de mármol. Luego regresa a Van Ness y toma a la derecha; un poquito más adelante está el Davies Symphony Hall (Van Ness Street 201), famoso por su acústica. Es aquí donde Michael Tilson ha dirigido una notable modernización y transformación, no sólo del espacio sino también de la música. Luego sigue por Van Ness hasta Hayes Street, donde darás vuelta a la derecha.
Aquí te encontrarás en el corazón de Hayes Valley, que es el paraíso de las boutiques para los bohemios. Mobiliario, moda alternativa y divertida, galerías, cafés y restaurantes: esta área lo tiene todo. A San Francisco y el área de la bahía en general se les atribuye haber empezado el movimiento en favor de la comida saludable, y aquí, en Hayes Street 320, está The Hayes St Grill, que era parte del primer movimiento en favor de lo orgánico. Después de explorar las tiendas, este el lugar perfecto para detenerse a comer si te gustan los mariscos a precios accesibles. O, si avanzas unas cuantas calles, Absinthe Brasserie and Bar (Hayes Street 398) puede ser una opción más actual por su buena comida y sus cocteles deliciosos.
Cuando estés listo para dejar Hayes Street, toma a la derecha y avanza dos calles hasta Grove Street. Otra vuelta a la derecha en Grove y te encontrarás a unas cuadras de la War Memorial Opera House, sede de la Ópera de San Francisco y su extraordinario ballet. Esta es la forma perfecta de concluir una tarde en San Francisco. Ya sea El Cascanueces, en Navidad, o El anillo del Nibelungo, en verano, un poco de cultura luego del arte, las compras y la comida es como los habitantes de San Francisco emplean su tiempo libre, y si no puedes vencerlos – y no hace falta que lo intentes -, lo mejor que puedes hacer es unírteles.