El turismo de vacunas esta creciendo cada vez más, con miles de personas que viajan a Estados Unidos con la intención de vacunarse en farmacias privadas.
Una polémica internacional se ha desatado en torno al turismo de vacunas que está ingresando a Estados Unidos en la periferia de la legalidad. Ya sea porque los sistemas de salud han colapsado en diversos países en vías de desarrollo, o porque la distribución de las farmacéuticas ha favorecido a las potencias, las personas están buscando alternativas en el extranjero.
¿Es posible vacunarse en Estados Unidos?
En términos del turismo de vacunas, actualmente los estados de Texas, Louisiana y Arizona no están exigiendo ciudadanía estadounidense o residencia para recibir la vacuna contra COVID-19.
Aunque de manera oficial no se han abierto las fronteras para que extranjeros acudan abiertamente a aplicarse las vacunas de Pfizer, Johnson&Johnson o Moderna —que son las únicas marcas que se administran en el país—, es una realidad que no se han hecho esfuerzos aduanales para detener este flujo creciente de personas interesadas.
Una de las razones es que, particularmente en los estados del «Deep South» y Texas, la gente está más reacia a vacunarse. Ya sea por miedo, desconfianza a los desarrolladores farmacéuticos internacionales, o franca ignorancia, esta tendencia provoca un excedente de vacunas contra COVID-19.
Esto abre una ventana para quienes, en otros países, no tienen la oportunidad de recibirla y pueden costear un viaje a los Estados Unidos para aplicársela. Más aún, porque en farmacias como CVS y Walgreens, la vacuna es completamente gratuita. Es posible conseguirla en clínicas hospitalarias de núcleos urbanos de Texas —como Dallas, San Antonio y Austin—, pero es más probable conseguir una cita en las farmacias privadas que se encuentran en pueblos aledaños.
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¿Cómo registrarse para la vacuna en Estados Unidos?
Antes que nada, habría que entender que es imposible realizar un registro con un VPN que no sea estadounidense. Por esta razón, es más probable concretar una cita si se agenda directamente desde el interior del país.
Las plataformas más amigables son las de los supermercados que cuentan con la distribución autorizada. De otra manera, algunas farmacias también permiten que los pacientes se inscriban desde sus sitios oficiales. Es importante notar que, una vez que se agenda la primera cita, inmediatamente se reserva la siguiente, que corresponde a la segunda dosis de vacunación.
Vale la pena aclarar que ningún servicio de estos permite a los usuarios elegir qué vacuna se le administrará. Por el contrario, se asignan dependiendo de la disponibilidad de cada estado, cada localidad, cada tienda. Para acudir a la cita, sólo es necesario llevar una identificación oficial con fotografía.
Después de la primera dosis
Una vez que se aplica la primera dosis, las farmacias y supermercados dan una especie de «cartilla de vacunación» que indica la marca de la vacuna que se administró, la fecha y el nombre del paciente en cuestión. Es necesario llevar consigo este talón para la segunda aplicación, ya que avala el lapso necesario entre ambas fechas.
En el terreno legal, existe un vacío con respecto a la aplicación para extranjeros, de modo que los CDC permiten a cada estado seleccionar la elegibilidad de quienes pueden aplicarse la vacuna; no obstante, las condiciones actuales y los criterios de Texas, Louisiana, Arizona y el resto de estados pueden cambiar en cualquier momento.
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