El escritor se hospedaba en el Sun Valley Lodge para dedicarse a cazar y pescar.
Sobre la sencilla lápida de mármol hay una botella vacía de vino tinto y junto a ella una botella de whisky que aún contiene un trago. ¿Ernest Hemingway también bebía limonada? Alguien también colocó allí una botella del refresco. Otros depositaron galletas de la suerte, colillas de puro y caramelos de menta.
La vida de Hemingway fue una fiesta. Su tumba es una triste colección de botellas de vidrio reciclable.
Sandra Hofferber se encoge de hombros, imperturbable. Ella trabaja de bibliotecaria en la Community Library de Ketchum. Aquí, en este pueblo de 2,700 almas, en el centro de Idaho, murió en 1961 el célebre escritor.
Su última morada se convirtió en un santuario. Con una sección dedicada a Hemingway y una reunión anual, también la pequeña librería local llegó a ser un punto de encuentro para admiradores de Hemingway. Algunos de esos peregrinos son realmente extraños, dice Hofferber en alusión a las ofrendas póstumas.
«Hemingway tampoco era más que un ser humano», estima Hofferber. Ketchum no se deja impresionar por grandes nombres. Desde la década de los 30, la pequeña población está acostumbrada al bullicio turístico en torno a figuras prominentes. Muchas estrellas pasan sus vacaciones en la cercana estación de esquí Sun Valley. En el pasado, los famosos podían hospedarse gratis en el «Sun Valley Lodge». Ernest Hemingway llegó allí el 19 de septiembre de 1939, sin previo aviso. Se alojó en la suite 206 y se quedó hasta diciembre. Hemingway visitaba ese lugar sobre todo para cazar y a veces también para la pesca con mosca. Durante sus siguientes visitas, la suite 206 se convertía en su alojamiento habitual. Hemingway terminó de escribir en ese miniapartamento su novela «Por quién doblan las campanas».
De las paredes de color amarillo claro, muchas veces renovadas, siguen colgando fotos de familia y una copia de su última carta. Hemingway frecuentaba en vida los bares y restaurantes de Ketchum. Probablemente, muchos de ellos no podría reconocerlos hoy día. Su querido «Sawtooth Club» es actualmente un local más bien chic en vez de un bar del Salvaje Oeste. El «Whiskey Jacques» sirve, sin piedad alguna, pizzas «Heming’s Way» con béicon, peperoni y setas.
En el restaurante francés «Michel’s Christiania», Hemingway solía comer en la mesa rinconera al fondo a la izquierda. «Filete de carne con patatas», dice la camarera Ellie Ellis repitiendo lo que le contaban sus colegas mayores. En la barra, Jan Hegewald imita el cóctel inventado por el escritor: absenta con champán helado, que toma su nombre del ensayo que Hemingway escribió sobre la corrida de toros: «Death in the afternoon» (Muerte en la tarde).
Hemingway murió en la mañana. Después de la llegada al poder de Fidel Castro en Cuba, el escritor abandonó su finca ubicada cerca de La Habana. En 1959 compró una casa en la periferia de Ketchum, donde sólo viviría dos años. Enfermo, deprimido y cansado de la vida, Hemingway se disparó con una escopeta el 2 de julio de 1961. La casa donde murió no está abierta al público. El monumento oficial al premio Nobel de Literatura se encuentra en la Sun Valley Road. Su cabeza de bronce mira entre los árboles al valle. Debajo hay una placa con fragmentos de una oración fúnebre.
INFORMACIÓN BÁSICA:
Cómo llegar: el aeropuerto más cercano a Ketchum se encuentra en la vecina localidad de Hailey, donde durante la temporada aterrizan diariamente pequeños aviones procedentes de San Francisco, Seattle y Salt Lake City.
Recomendación: La biblioteca Community Library (415 Spruce Avenue) ha confeccionado un folleto sobre las estaciones de Hemingway en Ketchum y Sun Valley.
La tienda Gold Mine Thrift Shop (331 Walnut Ave) es una mina de oro para cazadores de gangas. Desde 1955 se venden allí en beneficio de la biblioteca ropa y muebles donados.
Informaciones: oficina de turismo de Sun Valley/Ketchum, PO Box 4934, Ketchum, Idaho 83340, USA (www.visitsunvalley.com).
Internet: www.sunvalley.com