Alessandra de Zaldo
Como en casi cualquier ciudad europea, el sol y aire cálido le brindan una personalidad distinta al ambiente; sin embargo, ninguna de ellas cobra tanta energía y vida durante el verano como el estado más representativo de Baviera: Múnich.
Aprender sobre la biodiversidad y la protección de especies silvestres en el primer Geozoo del mundo, recorrer en bicicleta la ciudad para bañarse al desnudo en las aguas cristalinas del río Isar, disfrutar de eventos culturales en el oasis de Kulturstrand, adentrarse en el mundo cinematográfico con el Münich Film Festival y acabar con una deliciosa cerveza y música tradicional en vivo en el Biergarten Wirsthaus Tannengarten son algunas de las actividades que te harán enamorarte de Múnich en verano.
Desde 1928, los animales silvestres han habitado el primer Geozoo del mundo, acomodados por continente. Aunque a veces recorrer zoológicos puede ser controversial, Hellabrunn es un espacio interactivo que promueve la conservación, educación e investigación del mundo salvaje. Tiene convenios con diversas organizaciones para asegurarse del bienestar de los animales como con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y WAZA. Cuentan con recintos para admirar la belleza de los osos polares, escuchar los rugidos de los leones, reírse junto con los monos mientras se balancean en sus áreas de recreación y apreciar la vida marina en el acuario.
El zoológico también cuenta con áreas de comedor y juegos para niños, además de que está rodeado completamente por áreas verdes. El dinero recaudado de las entradas, las cuales rondan entre los 13 y 18 euros, se destina para mantener los animales en perfecto estado de salud y se apoyan proyectos de conservación alrededor del mundo.
Entre los puentes de Maximiliano y el Tierpark, se encuentran los lugares más bellos para conectar con el elemento del agua bajo corrientes cristalinas y tranquilas pertenecientes al río Isar. Te recomendamos hacer un recorrido en bicicleta alrededor de la ciudad, en donde aprovecharás para conocer el Jardín Inglés, hasta llegar a las piedras blanquizas que desembocan en el río. El nudismo es una actividad totalmente practicada por los locales de Múnich y algunos turistas que se atreven a deslindarse de su pudor. La temperatura es helada pero refrescante, además de que puedes aprovechar de un baño de sol.
En medio de la ciudad, se encuentra un oasis que desea hacer referencia a una pequeña isla de la cultura. Kulturstrand es un espacio que está ambientado como si se encontrara a lado del mar, arena, sillas rayadas y gente descalza son algunos de los componentes que hacen que escapes de la realidad alemana. El lugar sólo abre durante el verano y cuenta con un programa cultural para sus visitantes. Las actividades que ofrecen son clases de salsa en grupo, DJs de música electrónica, comedias de stand up y trivias.
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Desde hace cuatro décadas, desde mediados de junio hasta principios de julio, se ha celebrado el aclamado Münich Film Festival en donde podrás adentrarte en el mundo cinematográfico. Este año fue particularmente especial, pues celebraron 40 años desde su inauguración. En un ambiente veraniego, los directores de cine viajan para conectar con cinéfilos y presentar sus últimas obras. Algunas de las películas son presentadas en distintos cines especializados como lo es ASTOR Club Kino y ASTOR ARRI Kino, que cuentan con un equipo de sonido Dolby Atmos. Al ser una ciudad que se transforma en el verano, la escena artística brilla en el esplendor de la diversidad internacional compuesta por los locales y los turistas, totalmente unidos por el placer de observar y admirar.
Las terrazas especializadas en vender cervezas, conocidas en Alemania como Biergarten, ofrecen una gran variedad de bebidas y comida; sin embargo, lo que hace especial a es el programa musical con artistas en vivo. Generalmente, invitan a bandas originales que tocan con un tinte de música tradicional alemana, la cual suele sonar durante la celebración del Oktoberfest. La banda The Three Quarters toca una mezcla de jazz con las raíces de la música típica de Baviera con instrumentos como el acordeón, la batería, la mandolina y el trombón.
Alessandra de Zaldo es una fotógrafa mexicana que radica en Budapest. Estudió en la Escuela Activa de Fotografía. Fue interna en Alturas Wildlife Sanctuary y ahí confirmó su pasión por la conservación de especies amenazadas. Ahora es colaboradora asidua de National Geographic en Español.
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